Senado hunde la consulta popular de Petro y reaviva el debate sobre la reforma laboral
En medio de un ambiente de alta tensión política y fuertes señalamientos por presuntas irregularidades, el Senado colombiano decidió rechazar la consulta popular propuesta por el presidente Gustavo Petro. La votación terminó con 49 senadores en contra y 47 a favor, lo que significó un duro golpe para la administración que buscaba llevar a las urnas una serie de reformas laborales.
El debate previo a la votación se extendió por más de siete horas, reflejando la división entre los partidos. Los opositores a la consulta argumentaron que implicaría un gasto excesivo —entre 700 y 800 mil millones de pesos— y defendieron como alternativa revivir la reforma laboral que ya había sido archivada. Finalmente, el Senado dio luz verde a esa apelación, aunque persisten dudas sobre si hay tiempo suficiente para discutir y aprobar la propuesta antes del cierre del actual periodo legislativo el 20 de junio.
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Desde su visita oficial en China, el presidente Petro reaccionó con fuerza. Acusó al Congreso de haber cometido fraude al interrumpir la votación cuando se notaba un incremento en los votos a favor de la consulta. Comparó lo sucedido con el histórico 19 de abril de 1970 —fecha que evoca un presunto fraude electoral— y señaló directamente al presidente del Senado, Efraín Cepeda, como responsable. Además, Petro llamó a la movilización de organizaciones sociales e indígenas y pidió a las fuerzas armadas que respeten y protejan cualquier manifestación ciudadana.
Este episodio representa no solo un revés para el Gobierno en su intento de recurrir a mecanismos de participación directa, sino también una nueva chispa en un clima político ya cargado. Mientras la reforma laboral revive en el Congreso, el Ejecutivo lidia con críticas sobre su estrategia y la oposición celebra lo que considera un triunfo institucional.
Los próximos días serán clave: se espera que los movimientos sociales respondan al llamado del presidente, y tanto el Gobierno como el Congreso deberán definir sus próximos pasos en un escenario marcado por la incertidumbre y la confrontación.